viernes, 21 de septiembre de 2012

COLEGIO SAGRADO CORAZON



Historia del Colegio Sagrado Corazón

LOS PRIMEROS PASOS

El Padre Orellana, obispo franciscano de origen catamarqueño, viajó a Lourdes, para buscar religiosos que dirijan un colegio y seminario, cerca de la basílica de Ntra. Señora del Valle. En septiembre de 1890, los primeros religiosos de la Congregación de la Inmaculada, (Lourdistas), desembarcaron en el puerto de Buenos Aires para hacerse cargo del seminario y del colegio en Catamarca. El Padre Orellana, trasladado a Tucumán y habiendo conocido a los padres en su anterior diócesis, los llamó para dirigir la nueva diócesis y el colegio. El asunto debió tratarse con los superiores de Francia, pero en esos tiempos los medios de comunicación eran lentos y costosos.
Cuando el obispo asiste al concilio Vaticano I en Roma, visita a los superiores Lourdistas para redactar con ellos las cláusulas del contrato por la atención del seminario y del colegio. Se encontró entonces con la sorpresa de que la autorización de la fundación en Tucumán se limitaba a la atención del seminario mayor pero no de la dirección de un colegio. La congregación no disponía de personal para esta finalidad.
El obispo volvió a Tucumán con el mayor de los disgustos. Lo mismo sintieron el padre Domingo Duthu, Superior de los Lourdistas en la Argentina, y el padre Agustín Barrere, que tenía preparado y organizado el ingreso al colegio.

El padre Duthu envió entonces un insistente telegrama a los superiores mayores. La respuesta fue un categórico “no”. (El obispo estaba presionado por la circunstancia de que la fundación de la Congregación Lourdista estaba condicionada por la apertura de un colegio. Existía el riesgo de que se convocara a otra congregación. El padre Duthu se encontraba entre la espada y la pared). Decidió enviar, en un intento desesperado, un segundo telegrama redactado en estos términos: “palabra empeñada, obra comenzaba, obispo avergonzado, no es posible rehusar”.

El 30 de septiembre de 1898, un cablegrama de Francia daba el “sí” a la autorización. Así nacía el nuevo colegio tucumano. El 4 de octubre del mismo año, el padre Duthu anunciaba por carta, desde Catamarca, al Obispo Padilla, la feliz noticia. La misiva terminaba así: “Felicito a su Señoría por el resultado que hemos conseguido mediante San Miguel, la Virgen del Rosario y San José, que han sido nuestros protectores e intercesores. "¡Bendito sea el Sagrado Corazón de Jesús!”. Esta exclamación es el acta de bautismo del colegio y explica porqué lleva este nombre: “Colegio del Sagrado Corazón".


LA "VIZCACHERA"

El local donde se instalaron los Padres Lourdistas constaba de tres casas contiguas: dos se encontraban en la calle Rivadavia, primera cuadra, frente a la Legislatura Provincial y una sobre la calle Las Heras (hoy San Martín) número 346, donde funcionó el Colegio del Sagrado Corazón.
El local no había sido construido con ese fin, sino para funcionar como casas de familia. Por el hecho de tener gran cantidad de habitaciones y corredores fue bautizado como la “la vizcachera”. Dejaba mucho que desear en lo referido a comodidad y confort, pero esto no impidió que durante 20 año, se estudiara allí con tanto o quizás con mayor empeño que en los confortables edificios modernos.
Los comienzos fueron difíciles. Abrió sus aulas, como se dijo anteriormente, el día primero de marzo de 1900, con 92 alumnos matriculados, distribuidos en los primeros 4 grados de enseñanza primaria. La cantidad de alumnos iba en aumento año tras año, llegándose a 267 estudiantes en 1904, cuando se incorporó el primer año del nivel secundario. Gracias a los éxitos obtenidos en el examen de fin de curso, se abrieron en 1905 y en 1906 respectivamente, el segundo y el tercer año del secundario.
El primer Rector del Colegio fue el Padre Agustín Barrere, futuro Obispo de Tucumán. Supo imprimirle al establecimiento el sello de distinción y seriedad que le ganó desde un primer momento el aprecio y la confianza de las familias tucumanas.
En 1906, celebró su primera misa el Padre Marcelin Montan. En 1907, el colegio funcionaba con más de 330 alumnos. En ese mismo año, un grupo de alumnos con la asesoría de los Padres Denett y Pragneres, fundó el Club Argentinos del Norte y formó un coro y una orquesta.
Terminado el año escolar de 1914, seis religiosos se enlistaron en el ejército francés para luchar en la primera gran guerra. Ellos fueron: Marcel Florence, Taymon Ducasse, Jean Marie Pérè, Marcelino Fontan, Paúl Pragnères y Pierre Lanardonne. El Padre Florense encontró la muerte el 4 de octubre de 1915. El Padre Fontan recibió 15 medallas al valor, ocho citaciones de la cruz de guerra, medallas de Verdum y medallas militares de Gran Bretaña y de Italia.
El Padre Lanardonne fue destinado a cuidar heridos y el Padre Pragnères fue enviado al frente de oriente. A pesar de la ausencia de estos seis jóvenes profesores, el Colegio del Sagrado Corazón siguió su marcha ascendente. En esos tiempos se destaca la creación de una selecta orquesta. En 1918, se hizo necesaria la creación del cuarto año de estudios secundarios, y en 1919 la apertura de una segunda división de primer año.
La Vizcachera se hacía cada día más estrecha e inadecuada. El Padre Basilio Pedebas había tomado la dirección del colegio. Los Padres Lourdistas compraron un terreno en la prolongación de la calle 25 de Mayo, donde comenzaron la construcción de un edificio más amplio, higiénico y confortable que el local anterior.
A principios de 1920, se inauguró el nuevo edificio con 503 alumnos matriculados. 





DARDO F. MOLINA
MEDALLA DE ORO - PROMOCIÓN 1938 




Fachada actual del Colegio








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